Desde tiempos inmemorables las estrellas le han servido al hombre como reloj y puntos de referencia. Galileo
construyó el primer telescopio (aunque la idea era holandesa) e
inmediatamente lo dirigió hacia las estrellas. Esto provoco una
revolución científica: el hombre podía ver más allá en el espacio y
distinguir los planetas como cuerpos celestes y no simples puntos de
luz. Galileo descubrió las lunas de Júpiter y los anillos de saturno.
Los
telescopios ópticos: Captan la luz procedente de los astros y producen
imágenes lo bastante grande y nítidas pasa que puedan ser examinadas con
detalle. En las últimas décadas se han lanzado al espacio telescopios
espaciales que, al estar, fuera de la atmósfera terrestre, nos ofrecen
mejores imágenes. Estos telescopios están automatizados y responden a
órdenes enviadas por los científicos desde la tierra.
Telescopio
de rayos X: Los telescopios convencionales no pueden detectar los rayos
x, pues si este tipo de radiación cae verticalmente sobre un espejo,
sencillamente lo atraviesa pasando por los espacios libres entre sus
átomos. En los primeros instrumentos se utilizaba una rejilla colocada
por delante del detector para obtener al menos cierta información
direccional.
Algunos de los telescopios más recientes, como el
observatorio Einstein y el Exosat llevan telescopios de “incidencia
rasante”. Estos instrumentos se basan en el hecho de que al incidir
sobre una superficie en un ángulo muy plano, los rayos x no “ven” los
espacios entre átomos y, en consecuencia rebotan.
Radiotelescopios:
Son grandes receptores que recogen radiaciones de onda larga procedente
de diversos astros, mediante gigantescas antenas parabólicas; en
nuestro sistema solar las principales fuentes previsoras son el sol y
Júpiter. Se emplean también para seguir a los vehículos especiales. Las
ondas de radio son concentradas por un receptor y filtradas mediante un
computador. Finalmente, un registrador de dibuja las señales en un
grafico.
Espectrografía estelar: Es el estudio de la luz
recibida de los espectroscopios; estos consisten en un prisma triangular
o una red de difracción, que descompone la luz en distintas longitudes
de onda. Se consigue así un espectro que se fotografía mediante un
espectrógrafo, obteniéndose un espectrograma. Los espectros que se
utilizan también a modo de termómetros estelares, ya que existe relación
entre la temperatura del cuerpo emisor y el color de la luz recibida.
Así mismo, también se utiliza en la medición de las velocidades radiales
de las estrellas respecto a la tierra.
Las sondas espaciales:
Son pequeñas naves que se lanzan desde la tierra para que realicen un
recorrido determinado. Estas naves detectan diferentes tipos de
radiaciones y envían a la tierra información captada.
Desde 1957,
año en que la antigua Unión Soviética lanzo al espacio la sonda
espacial sputnik 1, este tipo de naves ha sido muy utilizado. La Voyager
2 es la primera que ha recorrido todo el sistema solar y que ha salido
de él.
Las naves espaciales tripuladas: Permiten al ser humano
la observación astronómica in situ. La luna es el único astro que ha
sido visitado por el hombre. El primer alunizaje fue realizado por una
nave de Estados Unidos el 20 de julio de 1969.
El coste de los viajes tripulados es mayor que el de las sondas espaciales.
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